Una estrategia para exportar servicios

unque presentada en las postrimerías del actual gobierno, la Estrategia Nacional de Exportación de Servicios -cuyas bases se darán a conocer el próximo martes- se perfila como un interesante complemento en los esfuerzos de Chile por ampliar y diversificar la canasta de bienes que vende en otros mercados. Actualmente en dicha canasta predominan los recursos naturales, donde el país tiene evidentes ventajas comparativas que aprovechar; pero aun así llama la atención que los servicios representan apenas el 12 % de las exportaciones chilenas totales, frente a un promedio mundial de 24% (y de 27% en la OCDE).

Como consignó nuestra edición de ayer, la estrategia impulsada por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales junto a un equipo de la Universidad de Duke plantea duplicar las exportaciones de servicios intensivos en conocimiento a 2025 (US$ 8 mil millones), reforzando la presencia internacional de proveedores chilenos y la capacidad nacional instalada de centros de datos.

El enfoque parece interesante no sólo porque busca servicios “apuntalar” los dentro de la canasta exportadora -un necesario objetivo de desarrollo en el largo plazo-, sino especialmente porque reconoce y aprovecha las ventajas de Chile exportando recursos naturales, apuntando especialmente al rico ecosistema empresas nacionales que sirven a los rubros extractivos (minería, agro, forestal, acuicultura). Esa parece una sinergia con un amplio potencial, lo que no debe entenderse como un dirigismo que define “ganadores” y “perdedores”, sino como un marco de reglas para los negocios. Asimismo, se enfatiza la coordinación de actores entre públicos y privados, lo que también amplía el abanico de posibilidades.

Esto podría ser un área de coincidencia tanto en los objetos como el enfoque entre las autoridades del gobierno saliente y las asumirán el 11 de marzo. Sin duda la mejor inserción y participación de Chile en la economía global, a través de exportaciones con creciente valor agregado como los servicios intensivos en conocimiento, requiere continuidad en los esfuerzos del Estado.